Bajo aquel cielo un nido
   de palabras aún vírgen-
es se separa del resto
del vasto lenguaje fetal

Que me empapen de sus alas
   blandas que sus largas plumas
     arrastren esas pesadas
       cadenas que Dios volvió Cal-

vario pues las almas burlan
  al tiempo de los relojes
  Mas su paz secó el grial

¿Y qué somos nosotros los humanos

lógicas y otras bromas?

sino discos, burlas astro-