I.
Cerca de los ladrones y de los muertos
Salpica su sangre de viejos lamentos,
Su águila da soles: angustias divinas,
Cubren como lunares, sus diez colinas.
Densa su sangre dice: " ya no lo quiero",
Institucionalice su hedonismo,
Corporación de acordes que hoy detesto.
Que frías las paredes: matan de un gesto,
Como ese latir tras el sol monótono,
Un tam tam que taladra mi cerebro,
Que dice " sufre, sufre, sufre, sufre".
Mas el ritmo de su baile permite
El desorden que la flauta emite:
Del dolor la belleza hoy celebro.
II.
Me falta aire para seguir,
Mis órganos ejercen presión,
Me faltan alas de marfil
O una campana que tenga escrito mi nombre.
Mis ojos como plumas buscan papel
En las nubes o en Dios ¿Quizá en nuestra piel?
No hay futuro, ni ojos con que verlo,
Tendrás que agarrarlo, tal vez beberlo.
Sacude mi demencia, o quizá rompe
Esta cabeza, sólo entre las piedras,
Y de un golpe libera esta quimera.
Produce de mi cuerpo cien muñequas,
De mi existencia crea una danza
Que con la luna gire con constancia.